¿Te gusta La Guerra de las Galaxias, El Hobbit o Juego de Tronos?
Es difícil que la respuesta sea NO. La gran cantidad de arquetipos que se muestran en estas películas y series favorecen que si o si, nos sintamos identificados con alguno o varios de ellos.
Si te has visto arrastrado por la transformación del Hobbit, desde ese ser comodón hasta aquella criatura capaz de enfrentarse a dragones, es porque tú también en alguna ocasión te has visto inmerso en ese tipo de alquimia.
Si has seguido con entusiasmo la metamorfosis de Daenerys Targaryen, desde esa niña dócil hasta ser la gran conquistadora Madre de Dragones y Rompedora de Cadenas, es porque tu arquetipo interno de Guerrero está muy activo en ti o te pide a gritos que lo dejes salir al campo de batalla.
Pero…
Y si Bilbo no hubiese escuchado a esa parte de él que le pedía aventura. ¿Qué hubiese pasado si hubiese reprimido a su arquetipo de Buscador?
¿Dónde hubiese quedado la Madre de Dragones si Daenerys hubiese permanecido en el miedo incapacitante?
Desde luego, no lo sabemos, pero sí te puedo decir que nuestros arquetipos internos son fuerzas muy poderosas que, al conocer sus luces y sombras, nos pueden hacer vivir aventuras legendarias. Sí, lo quieras o no, los mitos forman parte de nosotros. Nuestras historias personales también están formadas por dimensiones míticas que nos pueden ayudar a entender nuestro desarrollo.
¿QUÉ SON LOS ARQUETIPOS Y CÓMO INFLUYEN EN NUESTRA VIDA?
A pesar de que el término “arquetipo” proviene del griego antiguo, arjé: origen, principio y tipo: impresión, modelo; uno de los precursores modernos en observar la equivalencia de ciertos mitos con modelos de nuestro comportamiento fue Sigmund Freud, con su teoría del Complejo de Edipo. Para explicarlo de una forma rápida (casi reduccionista) Freud explicaba la existencia de un conflicto primigenio donde todos los niños entre 4 y 5 años aman a la vez que odian a sus padres (para más información recomiendo la lectura a las raíces, los “Trabajos de metapsicología” o “Tres ensayos de teoría sexual” de Sigmund Freud).
Su discípulo, Carl Gustav Jung, vio en esta teoría algo más atractivo: Todos los mitos viven en nuestro interior. Desde una perspectiva jungiana, un arquetipo consiste en imágenes y patrones de conducta que no fueron adquiridos por una persona durante su desarrollo personal a través de sus vivencias, sino que forman parte del inconsciente colectivo. Todos los individuos de todas las épocas tenemos acceso a ellos, aunque no lo sepamos (ya que son inconscientes)
En palabras del mismo Jung:
“He elegido la expresión colectivo porque este inconsciente no es de naturaleza individual sino universal, es decir, que en contraste con la psique individual tiene contenidos y modos de comportamiento que son, cum grano salis, los mismos en todas partes y en todos los individuos. En otras palabras, es idéntico a sí mismo en todos los hombres. Los contenidos de lo inconsciente personal son en lo fundamental los llamados complejos de carga afectiva que forman parte de la intimidad de la vida anímica. En cambio, a los contenidos de lo inconsciente colectivo los denominamos arquetipos”
Para explicarlo con un ejemplo, si vemos Juego de Tronos, todos sabemos distinguir las funciones de cada personaje. Si analizamos a Daenerys Targarian, sabemos que es una guerrera conquistadora. Si analizamos a Melisandre de Ashai todos sabremos que es la bruja, la hechicera, la sacerdotisa y la fuerza que la mueve es de la Maga. No importa si el que observa estos personajes es de la India o de la Antártida, ya que los arquetipos son patrones y experiencias universales que no dependen de la cultura en la que estemos insertos, forman parte de nuestra herencia como humanidad.
En mi libro “El método de los Cuatro Elementos” lo explico así:
“los arquetipos son modelos prototípicos que existen en el inconsciente de todas las personas donde quiera que se encuentren, sin importar raza, país o cultura. Los podemos definir como la brújula que nos guía porque si identificas el arquetipo que tienes activo en un determinado momento de tu vida, podrás reforzar tus fortalezas naturales y trabajar con mayor consciencia los miedos y obstáculos”
Ahora… ¿Cómo pueden ayudarnos los arquetipos a transformar nuestras vidas?
Cuando sabemos cuáles son las fuerzas dominantes en nuestro interior, conocemos cuáles son nuestras luces y sombras, así podemos dirigir todo ese poder de forma consciente hacia el objetivo que queramos conseguir.
Sigo con una explicación que propongo en el “Método de los Cuatro Elementos”:
“Los arquetipos serían como un tipo de embarcación a la que tú le pones el rumbo teniendo en cuenta las corrientes y la climatología. No es lo mismo navegar con una lancha, con un portaaviones o una goleta. Todos estos barcos tienen características distintas, pero eres tú quien tiene que, con ayuda del instrumental, dirigirlo hacia un lugar u otro.
Hay un aspecto fundamental que es imprescindible destacar: ¿Quieres ser el capitán de tu embarcación? O ¿Quieres ser un pasajero?
Si quieres ser el patrón, tendrás que prestar atención a los posibles obstáculos y la forma en que tu tipo de nave pueda hacerles frente y te convertirás en un navegante experimentado capaz de recorrer cualquier mar. Sin embargo, si eliges ser un pasajero, tendrás la propiedad de tu barco, pero serás un espectador, puedes dedicarte a disfrutar de las gaviotas, pero otros decidirán por ti y cuando bajes a puerto puede que termines en un lugar completamente distinto del que querías estar.
Eso es lo que los arquetipos pueden hacer por nosotros. Los tenemos en nuestro inconsciente, queramos utilizar su poder o no”
Para profundizar en el “Método de los Cuatro Elementos” haz click AQUÍ
¿CUÁNTOS ARQUETIPOS EXISTEN?
Desde luego, esta es una pregunta difícil de responder. Los arquetipos son símbolos de transformación (como también lo explicaba Jung), y, por tanto, hay tantos arquetipos como símbolos en el mundo.
Los arcanos del Tarot son arquetipos. Lejos de ser un oráculo, los egipcios expresaban su propio “Viaje del Héroe” a través de estos símbolos.
Los dioses y diosas son arquetipos. Jean Shinoda Bolen, psiquiatra y psicoanalista junguiana, teoriza sobre los arquetipos de diosas (griegas y romanas) y explica cómo el tener activada una u otra diosa influye en los patrones internos de comportamiento y hasta en las elecciones como puede ser el trabajo o incluso, un tipo determinado de pareja.
Caroline Myss explica que tenemos un Contrato Sagrado que cumplir y que todos tenemos arquetipos de supervivencia (El Niño, la Víctima, la Prostituta y la Saboteadora) que están implicados en todos los desafíos.
Carol Pearson define un periplo heroico donde tendrán expresión doce arquetipos como el Huérfano, el Guerrero o el Bufón, de acuerdo a la etapa evolutiva en la que se encuentre la persona.
Carl Jung nos habla de arquetipos de desarrollo o arquetipos mayores que son la Sombra, el Ánima/Ánimus y el Self que subyacen al proceso de sanación y desarrollo de toda persona.
Iré escribiendo en el blog sobre todas estas teorías y autores, pero para no caer en la confusión, en el presente artículo te hablaré de cuatro arquetipos raíz cuyas lecciones nos ayudarán a conseguir el objetivo que nos propongamos.
El Guerrero:
Este arquetipo está orientado a logros y conseguir objetivos. En “El Método de los Cuatro Elementos” identifico al Guerrero como un arquetipo de Fuego ya que te empuja a salir de la zona de confort y a realizar ese viaje iniciático hasta conseguir el objetivo que te hayas propuesto.
Un Guerrero bien desarrollado muestra un alto nivel de compromiso. Compromiso con el objetivo, no con la lucha. De hecho, este arquetipo bien integrado no tiene necesidad de violencia.
Su sombra, por el contrario, puede manifestar agresividad y una necesidad casi obsesiva de ganar y probarse mejor que los demás.
A pesar que un Guerrero es un gran estratega, sería fácil que se adueñe del dicho “acción masiva imperfecta” o “mejor hecho que perfecto” ya que la palabra clave de este arquetipo es “acción”.
Si necesitas salir de tu zona de confort o quieres materializar ese objetivo que estás persiguiendo desde hace un tiempo, tienes que activar este arquetipo.
El Mago:
Este arquetipo es aquel que te posibilita integrar sombras y transformar emociones. Todos los terapeutas tenemos integrados este arquetipo. El Mago es capaz de transformar la realidad circundante elevando su nivel de consciencia.
Esta fuerza trabaja con el pensamiento, con la energía, con lo intangible por eso es un arquetipo de Aire.
Busca la alquimia, la transmutación, la reprogramación y la sabiduría. Quiere transmitir todo este conocimiento adquirido y experimentado, por eso verás que en cualquier película que aparezca un Mago, siempre habrá un aprendiz. Son profesores por naturaleza. En su sombra, por el contrario, no desea traspasar todo ese conocimiento por miedo a compartir. En el polo negativo también se puede expresar como el embaucador, que es capaz de detectar con facilidad las debilidades de las personas y sacar provecho de ellas.
Si necesitas curación o transmutar algún aspecto de tu vida necesitas activar esta energía.
El Rey:
Este arquetipo tiene la capacidad de operar en el mundo físico ya que es capaz de transformar el caos en orden, por eso este arquetipo es representado por el elemento Tierra. Eres Rey en un área cuando eres competente, capaz de tomar decisiones certeras, cuando puedes balancear, delegar y tienes autoridad. La palabra clave con este arquetipo es responsabilidad.
En su luz un buen Rey utiliza recursos tanto internos como externos por el bien de un grupo. Acepta la responsabilidad del estado en el que está nuestra vida y busca mejorar. Un Rey bien integrado nunca echará balones fuera.
En su sombra tiene comportamientos rígidos, manipuladores y controladores. En su polaridad negativa puede ser un tirano.
Si necesitas ganar competencia y autoridad en un área o aspecto de tu vida, necesitas esta fuerza, pero este arquetipo tiene un recorrido. Para ser un Rey integrado, necesitas experimentar al resto de arquetipos. Por ejemplo, si tu reino (familia, empresa, etc.) está devastado por ataques externos, es que el Guerrero no está haciendo bien su trabajo o que necesita mejores consejos de su Mago, o quizá amor por parte de su Amante.
El Amante:
Este arquetipo nos invita a relacionarnos y apasionarnos, nos hace sensibles al entorno. Por esto, es esencial que este arquetipo esté activado porque sin él, el Guerrero se convertiría en un sádico, el Mago en un ermitaño y el Rey en un déspota.
Como todo lo relacionado con las emociones, este arquetipo no podría ser otro que de Agua. Se activa con la ilusión, con la seducción, con el enamoramiento (no solo de una persona, también de un proyecto, una idea, un trabajo). Crea vínculos y compromiso con todo aquello que se ama, por lo que puede atraer mucha alegría.
En su sombra, tiene una búsqueda de placer tal que puede caer en la adicción, y no puede tomar distancia con sus emociones por lo que en su polaridad negativa puede atraer tristeza y depresión.
Si tienes una empresa te ayudará a conseguir clientes. Si tienes una familia, te ayudará a que esté unida y feliz. Te posibilitará apasionarte por tus proyectos.
LAS CINCO CLAVES
CLAVE 1: Identificar tu arquetipo.
Saber qué fuerza tienes activa en este momento es muy importante, porque, como ya te expliqué al principio, te posibilitará saber las fortalezas naturales en ti y te permitirá trabajar en tus sombras. Todos tenemos luces y sombras e integrarlas es parte del Viaje del Héroe. No hay héroe que no se haya sentido lastimado, rechazado o no se haya puesto máscaras para ser aceptado. Pero si quieres vivir una vida plena, estas sombras tienes que ser integradas.
Cuando hayas identificado qué fuerza te mueve, la esencia del arquetipo te llevará de forma fluida hacia tu meta.
Siempre tienes que respetar tu naturaleza. Si tu objetivo es un emprendimiento propio y tu arquetipo más activo es el de Amante, seguramente estarás centrada en los vínculos con tus clientes, en la pasión que tienes por tu trabajo y eso está genial, potencia ese aspecto. Allí reside tu fuerza. Pero como veremos en otra clave, no puedes dejar de lado otros arquetipos que te ayudarán con el éxito.
Si todavía no has podido identificar tu arquetipo esencial, te recomiendo que hagas mi test para identificar tu arquetipo más activo. Te recuerdo que es importante saberlo. No te llevará más de 5 minutos.
En este test también te ofrezco explicaciones más detalladas de cada arquetipo y ejercicios para que puedas conectar con sus fortalezas.
CLAVE 2: Toma la distancia adecuada en relación a tu arquetipo actual.
¿Qué diferencia hay entre un adolescente agresivo y acosador a otro que es acosado y no es capaz de defenderse?
¿Dirías que una persona que no pone límites no posee en absoluto la energía del Guerrero, por ejemplo?
Esto no es del todo cierto. Sí está dentro de la energía del arquetipo, pero, tal y como un planeta alejado de su astro rey se congelaría, una persona que está “constelada” por ese arquetipo y que está muy lejos de su energía vital, pierde toda la fuerza. Esto no quiere decir que no esté relacionado con él, tal y como el gélido Plutón está relacionado con el Sol.
Por el contrario, una persona agresiva que no puede ser empática, está quemada por la energía del Guerrero o, como diría Carol Pearson, estaría poseído por él.
Para poner otro ejemplo, del arquetipo del Amante puedes extraer cualidades extraordinarias para conectar con las personas y eso te puede ayudar a crear una red de networking para tu empresa, o puedes vincularte a tus clientes de una forma en la que ellos se sientan apreciados. Sin embargo, el drama de este arquetipo es la necesidad obsesiva de ser amado y la creencia de no “valer” si no tiene amistades o amores. Acuérdate de la famosa película Atracción fatal.
Entonces, estar muy cerca de la forma pura del arquetipo es tan contraproducente como estar lejos.
Si estamos muy lejos o muy cerca del núcleo, viviríamos aspectos dramáticos del arquetipo, pero si estamos balanceados seríamos capaces de extraer las lecciones arquetípicas que tanto nos podrían valer para llevar nuestra vida al siguiente nivel.
El equilibrio es fundamental.
CLAVE 3: Sé consciente de qué energía arquetípica te falta
Los cuatro arquetipos anteriormente descriptos tienen características esenciales para conseguir un objetivo.
El Guerrero te sacará de tu zona de confort y no parará hasta conseguir lo que se propone. El Mago es un gran transformador de realidades a través de la transformación de su consciencia y su ser interno. El Amante te ayudará a tener pasión por tu proyecto y te dará amor propio. El Rey te posibilitará el posicionarte como una autoridad, tomar responsabilidad de tu vida y te ayudará a ampliar tu zona de confort.
Todos ellos tienen características y lecciones arquetípicas que se complementan.
¿Qué lección necesitas aprender de cada uno de ellos para llegar a ese lugar que tanto deseas?
CLAVE 4: Activa la energía que te falta.
Es difícil expresar en un artículo cómo activar la energía que te falta ya que ese es un trabajo personal y que muchas veces requiere el trabajo de un profesional psicólogo o coach. Acuérdate que estamos trabajando con representaciones inconscientes que son difíciles de detectar, sin embargo, sí te ayudaría contestarte las siguientes preguntas:
Para activar la energía del Guerrero:
¿Qué puedo hacer para salir de mi zona de confort?
¿De qué forma puedo comprometerme con mi objetivo?
¿Cómo puedo trabajar en la certeza que conseguiré mi objetivo tarde o temprano?
¿De qué forma puedo ser constante en mis acciones?
¿Qué límites necesito poner?
Para activar la energía del Mago:
¿De qué forma puedo mejorar mi intuición?
¿Cómo puedo conectarme con mi ser superior?
¿Qué creencias empoderantes me pueden ayudar a alcanzar mi objetivo?
¿Cómo puedo trabajar mi mindset?
¿Quién puede ser mi mentor?
Para activar la energía del Amante:
¿De qué forma puedo involucrarme en este proyecto?
¿Cómo puedo mejorar mi autoestima?
¿Cuál es mi nivel de pasión?
¿Cómo me puedo mejorar mi comunicación?
¿Con quién cuento para conseguir mi objetivo?
Para activar la energía de Rey:
¿De qué forma tomo mis decisiones?
¿De qué forma puedo transformar el caos en esta área?
¿Cómo puedo responsabilizarme de tomar acción para alcanzar mi objetivo?
¿Cómo puedo ser más competente en esta área?
¿Cómo puedo tomar control de la situación?
Si quieres saber cómo puede ayudarte a conseguir tu objetivo un proceso de coaching basado en arquetipos, AGENDA UNA SESIÓN conmigo rellenando este FORMULARIO.
CLAVE 5: Realiza un plan de acción.
El responderte estas preguntas te habrá clarificado qué aspectos de tu vida necesitas impulsar para iniciar los pasos hacia tu meta. Sin embargo, si no tomas acción, si no pones a trabajar a tu Guerrero, el movimiento nunca se realizará, aunque tengas la claridad del cristal.
Es imprescindible que escribas qué acciones realizarás y cuándo.
Por ejemplo, quieres crear un emprendimiento online y necesitas realizar un cambio de mentalidad porque has detectado creencias limitantes de “no soy capaz”
¿Qué acciones puedes realizar para transformar esta realidad? ¿Qué lecciones puede enseñarte tu Mago?
Podrían ser estas: Buscar un coach o mentor. Realizar ejercicios de Programación Neuro-lingüística. Trabajar con visualizaciones creativas.
El paso siguiente sería poner en tu calendario el día y la hora. Recién aquí estarías dando un paso hacia tu objetivo.
¿Estás dispuesta a realizar otro?
Te invito a que hagas click en mi TEST para que puedas detectar tu arquetipo actual. En este test también te ofrezco más información de los arquetipos y ejercicios para conectar con su poder. No te llevará más de cinco minutos y será divertido.